Un viaje... un libro...

Ayer, por recomendación de un amigo y gracias a mis amigas que hacen que mi nueva casa tenga una biblioteca particular, me animé a empezar el libro de Tokio Blues (tuve en las manos Un món sense fi, pero como es muy gordote… lo dejé pa otro dia, jeje).
Dentro, como punto de libro me encontré la tarjeta de embarque de un vuelo Barcelona – Roma (si es que mis compis de piso leen en cualquier lao!) y un punto de libro del círculo de lectores (ya se de donde sacan tanta colección!) con esta frase:
“Los libros son como los viajes, se empiezan con ilusión y acaban con melancolía”
Y que razón tiene!
Mira, la melancolía de los libros no la noto tanto, pues justo cerrar uno te entra la ilusión de empezar otro. No necesitas esperar, no necesitas ahorrar, solo necesitas tener una estantería o una biblioteca cerca, je je.
La de los viajes es más larga y intensa… tanto la ilusión de prepararlo y montar la logística, como la melancolía… que se alarga hasta que consigues ahorrar un poco y arañar algunos diitas de vacaciones más para montar otro!
Y a veces ni así, pues cada viaje es único e irrepetible, aunque vuelvas al mismo lugar, y con la misma gente nunca será la mismo… con lo que la melancolía siempre queda…
Y como yo soy una tonta romanticona, y para mi Septiembre suele ser sinónimo de melancolía… aprovecharé algunos posts para rememorar mis viajes más recientes… o no tanto!
Hoy empiezo por Mérida, aprovechando que hace poco que colgué las fotos para que no me las reclamarán más (era una forma que se acordaran de mi y me mandaran un mailecito de vez en cuando porque si no… esta gente…).
Fue cortito pero intenso, empezó accidentado pero acabó muy bien, y fue un buen reagrupamiento familiar, pues al final nos juntamos unos pocos! Eso si… a Extremadura yo no vuelvo en Agosto!!!
Y aquí van algunas fotillos conmemorativas… pa cuando la próxima??? En Gales o en Madrid???